¿Títeres? ¿En Arteterapia?
Así es. Los títeres prestan un gran servicio en las sesiones de Arteterapia. Por varias razones que explicaremos brevemente. Y es que, la vertiente más conocida del títere es esa que, retablo de por medio, juega una obra de teatro para niños. Terminada la función, los niños a su casa y los títeres al baúl.
Sin embargo, aún está poco conocida y no muy explorada una de sus virtudes más admirables: su potencial terapéutico. Y es la Arteterapia que toma el guante, o lo viste en la mano, y lo invita a actuar……
Entre el por qué y el para qué del títere en Arteterapia.
Porque los personajes son diversos: el rey y la reina, el anciano sabio, el niño y la novia. El payaso, el brujo, el monstruo y el que tiene dos caras. Príncipes y sapos. Pero también, ese títere peculiar que es único, porque representa exclusivamente a determinada persona. Las instancias identificatorias toman formas, colores, rasgos, voces. Estos son algunos de los elementos variados que intervienen en un proceso de Arteterapia.
Para que el caudal proyectivo que cada personaje atrae en el paciente pueda ser puesto en juego, encuadre apropiado mediante. Encuadre que propone el dispositivo de Arteterapia, que tiene su propia peculiaridad.
Cómo se trabaja con títeres en las sesiones de Arteterapia?
Una vez elegido el títere, la invitación a una dramatización se hace inevitable. Habla por quién lo pone a hablar. Recordemos que las dramatizaciones también son técnicas a las que se apela en Arteterapia. La voz y los movimientos del cuerpo de cada “actor” dirán muchas cosas en un silencio cómplice.
La técnica del títere se presta para el trabajo clínico siendo poco controlable para el paciente en términos de resistencia: el material que aflora emerge casi sin distorsiones. Es usual que al verlo reconozca rápidamente algo propio, de lo que ahora se apropia el títere. Carga características determinadas con las que se identifica y le consiente investigar ciertos rasgos que ese personaje le ofrece. Es propio del trabajo con Arteterapia que los contenidos emerjan a partir de técnicas expresivas, en principio “ingenuas”.
Pero lo que no es ingenuo es el modo de intervención específica del especialista en Arteterapia….
Arteterapia con grupos
En el trabajo clínico con grupos facilita la dinámica gracias a la inmediatez y la espontaneidad con que los títeres aparecen en escena. Sirven para propiciar la evocación de situaciones determinadas en las que cada participante se verá implicado. La interacción que se produce como si fuera un juego imprevisto, los diálogos, la fantasía y el arribo de (y a) un personaje: todos darán cuenta de las propias subjetividades, elementos ineludibles en la dinámica de la sesión de Arteterapia. Su presencia facilita que los pacientes puedan apelar a ellos en cualquier momento para expresar abiertamente temas difíciles de abordar (el miedo a la muerte, la sexualidad, eventos traumáticos, etc.), y observar lo que han proyectado en ellos prácticamente sin la necesidad de que el terapeuta realice interpretaciones y señalamientos. Recordemos que una de las ventajas de la Arteterapia es tener a mano las producciones simbólicas.
Diferencia entre una sesión tradicional y una sesión de Arteterapia
Lo que los títeres representan, puede ser leído como una formación del inconsciente. Para los pacientes de Arteterapia, el material que aflora resulta claro y a la vez sorpresivo. Toma un lugar activo, a diferencia del lugar pasivo de las psicoterapias tradicionales. Tanto el nombre que se le adjudica al títere como la construcción de situaciones permite poner en palabras, y simbolizar lo que previamente este objeto intermediario expresó sin palabras. Esto da cuenta de que trabajamos con un lenguaje más amplio, vasto y rico que el lenguaje verbal: el arte. De hecho, utilizando determinadas técnicas de Arteterapia a los pacientes se les facilita la comprensión de sus conflictos en una vía más accesible que por la intelectualización.
Otros artículos que pueden interesarte:
